Viagra, Levitra y demás pastillitas
La verdad es que este titular sorprende a cualquiera en un blog como este dedicado al marketing, internet, las nuevas tecnologías y la publicidad, pero es que he estado unos días de viaje, que no de vacaciones, y al regresar, de nuevo una descarga de miles de mensajes que en su mayoría no son emails dirigidos a mi sino spam puro y duro.
Y los neófitos siempre preguntan inocentes que por qué sigue funcionando este sistema de envíos si nadie compra, pues ese es precisamente el problema, que el spam nos sigue bombardeando porque funciona, porque un elevadísimo porcentaje los abre e incluso los compra. Si si, los compra. Desconozco el motivo pero me los puedo imaginar, aunque lo importante es que es eficaz para esos ilegales vendedores de pastillitas y por eso continúan con su negocio.
La forma de conseguir las bases de datos son efectivamente diversas, entre ellas el hackeo de servidores para robarlas directamente, otras a través de programas que rastrean la red en busca de arrobas para almacenarlas de inmediato, etc y una vez con ellas, a realizar envíos masivos indiscriminados ya que los números siempre están a su favor sin tener que acudir al tarot para adivinar si será buen negocio.
Me refiero a que el coste de enviar esos millones de correos es ínfimo por no decir ridículo comparado con los beneficios que genera ya que aunque desconozco el ratio de ventas es fácil hacer cálculos y ver la elevada rentabilidad de los mismos. Y si no me crees haz tu mismos los números que son sencillos, por ejemplo contando con un envío de 100 millones de emails y que el ratio de compra sea de uno de cada 10.000 estamos hablando de 10.000 ventas, que multiplicado por 20 o 30 euros de media por compra, salen una media de 200 a 300.000 euros de venta, y contando que los productos suelen ser ilegales, los márgenes son elevados siendo casi todo beneficio. ¿Salen o no salen las cuentas?
Pues ese es el problema, que salen las cuentas y mucho pues el ratio de compra es superior al que yo he citado y eso genera un mercado muy lucrativo. Y por culpa de los que compran, el resto seguimos recibiendo los miles de correos con propuestas para les compremos las pastillitas, y ya se que para eso están los filtros, y lleváis razón porque están y funcionan generalmente bien (se cuelan muchos pero comparados con los que eliminan podemos decir que funcionan), pero el tiempo que tarda en descargarse toda esa basura nos impide seguir trabajando y leyendo los emails reales hasta que no ha terminado, y cuando tienes más de 30 cuentas de correo diferentes como es mi caso, pues imagínate el cabreo que puedes coger cada vez.
Este sistema tiene soluciones pero complicadas y los interlocutores no ponen demasiados esfuerzos en lograrlo, y cuando digo interlocutores hablo de gobiernos, carriers, telecoms, empresas de software, etc que en mi modesta forma de entenderlo podrían hacer muchísimo más de lo que hacen, aunque efectivamente eso pasa por inversiones importantes que no están dispuestos a acometer individualmente, pero es que debería ser un consorcio que afrontara este problema para ponerle fin entre todos, pero es una utopía y cada uno se dedica a su negocio y si eso supone que el problema siga, pues ellos miran para otro lado, y por culpa de ello el resto seguimos sufriéndolo día tras día pues el email marketing se choca de frente con este problema.
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Etiquetas: email marketing, spam
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